Bueno esta semana no fue mi semana. Mi hermano se rompió un jarrón que perteneció a mi abuela. Y mi marido se rompió una taza de café especial que perteneció a mi madre.
Se podría pensar que iba a llegar muy enojado con ellos por romper esas cosas preciosas . Pero he decidido que voy a tener mis cosas preciosas y utilizado en lugar de envuelta en periódico y en el ático. De esta manera mi abuela y mi mamá todavía están vivos y conmigo hoy .
Mi marido ha intentado pegar de nuevo juntos estos objetos preciosos , pero sólo el jarrón podía ser salvo , la copa se rompió sin posibilidad de reparación . Tengo que decir que fue triste tener que aceptar la copa no podía ser reparado y tirarlo a la basura.
Al hacer esto me hizo pensar acerca de cómo Dios trata a nuestro quebrantamiento. Dios siempre nos encuentra en medio de nuestro quebrantamiento y nos encuentra justo donde estamos amando y nos acepta . Él siempre está ahí para ayudar a poner las piezas juntas . La buena noticia es que nunca se rompen sin posibilidad de reparación.
Salmo 147: 3 ( NVI ) El sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas .